Los beneficios ocultos del juego de azar

Basta mencionar la palabra “apostador” para que más de uno frunza el ceño como si acabara de oler billetes quemados. La sociedad ha creado una imagen tan negativa del juego que casi prefieres que te llamen cualquier cosa menos “jugador empedernido”.

Pero ¡espera! No todo es ruina y perdición. El juego también tiene su lado bueno, y muchos de estos beneficios no están encerrados entre las paredes de un casino, una pista de carreras o un salón de bingo con olor a café recalentado.

Empleo: ¿Y si Las Vegas apaga sus luces?

En Las Vegas, esa ciudad donde hasta los Elvis tienen dobles, el 60% de los empleos están relacionados con los casinos. ¿Te imaginas qué pasaría si de pronto se apagara cada ruleta, cada tragamonedas, cada show de magia? Pues eso: la ciudad se convertiría en un desierto... pero sin brillo ni lentejuelas.

Entretenimiento: No lo niegues, ¡es divertido!

Para la mayoría, el juego es eso: juego. Diversión. Un hobby. Como armar rompecabezas o pelear con desconocidos en Twitter. El truco está en la autodisciplina.
Claro, existe ese porcentaje de nosotros que se dedica al juego de manera profesional… pero el resto sabe que es solo entretenimiento, como ir al cine.

¿Destructivo? A veces. ¿Siempre? ¡No!

Sí, es verdad, algunos lo llevan al extremo. Juegan sin estrategias y terminan perdiendo familia, casa, perro y hasta el control remoto. Pero eso no representa a todos. Es como juzgar todos los matrimonios por una sola boda.

Trabajo comunitario: Apuesta con propósito

Muchas actividades de juego como bingo, rifas o loterías donan parte de sus ganancias a causas benéficas. Y sí, eso incluye cenas de caridad donde los famosos juegan póker mientras sonríen a las cámaras y recogen fondos para fundaciones. ¡Apostar nunca había sido tan... generoso!

Beneficios de salud (¡aunque usted no lo crea!)

Un estudio encontró que los jubilados mayores de 65 años que juegan de vez en cuando tienen menos depresión, menos problemas de alcoholismo y menos bancarrotas. ¿La razón? El juego les sirve como ejercicio mental.
Ojo: no es que el juego los vuelva sanos, sino que los sanos son los que juegan con responsabilidad. Así que no, no uses esto como excusa para irte a Las Vegas a gastar tu pensión.

Entonces, ¿el juego es bueno o malo?

Ni lo uno ni lo otro. Es como el chocolate o las telenovelas turcas: depende de cuánto y cómo lo consumas. La diferencia la hace la persona.
¿Gobiernas tu hábito de juego o él te gobierna a ti? Esa es la verdadera apuesta.